Seguro que has oído hablar de la autoestima en repetidas ocasiones, pero algo en tu interior sigue sin entender realmente lo que significa. A menudo, decimos frases como: “tengo la autoestima muy baja”, “carezco de #autoestima” o “quiero mejorar mi autoestima”. Pero, ¿sabemos exactamente a qué nos estamos refiriendo? Empecemos por entender, en primer lugar, qué es la autoestima. De esta forma, podremos trabajarla de una forma correcta.
La autoestima definida por la psicología humanista, corriente que trabaja desde en enfoque propio de la persona, precisa que la autoestima es el concepto que uno tiene “de sí mismo”. Carl Rogers, famoso psicólogo pionero de esta corriente psicológica, desglosa el concepto “sí mismo” en tres subpartes:
La imagen de sí mismo: representa la forma en la que se percibe el individuo. La imagen física, por ejemplo.
La opinión de sí mismo: en referencia a la valía y la confianza en uno mismo.
El sí mismo ideal: este puede cambiar a lo largo de la vida y representa lo que queremos ser, o nuestras aspiraciones vitales.
Analizando estas tres secciones podemos observar que, a menudo vivimos enfocados en quién querríamos ser, infravalorando totalmente la persona que somos en el presente. Esto nos genera desconfianza, una percepción negativa de nosotros mismos. Nos creemos menos válidos porque quienes somos no se corresponde con quién nos gustaría ser. Como resultado, tenemos una imagen de nosotros mismos que no se asemeja a la realidad. Este pensamiento dicotómico entre lo que nos gustaría ser y lo que somos nos genera malestar.
Nuestra autoestima, el concepto sobre nosotros mismos, se puede clasificar en dos vertientes, puede ser positiva o negativa. Un concepto que se desvía mucho de lo erróneamente establecido como autoestima alta, baja o aceptable.
El primer problema con el que nos encontramos tras definir nuestro autoconcepto es, dividirlo en estas tres segmentaciones. “Tengo un concepto de mi mismo alto”, “Tengo un concepto de mí mismo bajo” o “tengo un concepto de mi mismo aceptable”.
Analicemos estas tres frases, la primera frase: “tengo un concepto de mi mismo alto”, quiere decir que el concepto de uno mismo no se asemeja a la realidad de su imagen, de quién es en realidad, sino que se tiene un exceso de valoración interna. Las personas con una cognición equivocada de su autoconcepto suelen ser personas con una personalidad muy prepotente, por lo general.
“Tengo un concepto de mí mismo bajo”: una persona que dice esta frase, es una persona que no se valora como persona. Cree que es inferior a su versión de quién le gustaría ser.
Pero, tener un “bajo” concepto de ti mismo, no te hace ser peor persona, menos válido o insuficiente. Es una cognición distorsionada de la realidad.
“Tengo un concepto de mi mismo aceptable”, esta frase, que a priori parece estar en la mitad entre las dos vertientes, y que reconocemos como una virtud, en este rango de caracterización se considera totalmente nulo e insignificante.
Por ello, podemos decir que la autoestima se mide en un autoconcepto positivo o negativo.
Una autoestima positiva es la aceptación de uno mismo tal y como es, un acercamiento a la realidad. En este estado se entiende que, por el único hecho de ser persona, ya eres válido, ya tienes derechos y ya eres suficiente. Caracterizar algo por bueno o malo solo es una clasificación subjetiva de la realidad, y una persona con una autoestima positiva entiende dicha puntualización.
En cambio, una autoestima negativa es una distorsión cognitiva de la realidad. Una interpretación errónea a la hora de procesar la información, en la que tu autoconcepto se ve afectado de manera reiterada.
Por ello, y a modo de resumen, debemos entender que considerar que tenemos una autoestima negativa, o “baja” es una distorsión cognitiva de la realidad y se puede trabajar. Proponerse objetivos y ver que somos capaz de cumplirlos, de tal forma que podamos ver la realidad de forma explícita nos ayuda mucho a tener un autoconcepto positivo de nosotros mismos.
En MyFitPlan trabajamos para lograr una efectividad a la hora de cumplir nuestras metas, de esta forma, este tipo de entrenamiento y organización ayuda a tener una autoestima positiva sobre nosotros mismos.